El potencial de la inteligencia artificial en el sector sanitario
La digitalización de la información sanitaria está impulsando una transformación en el sector de la salud al registrar cantidades masivas de información sobre los pacientes que permite crear una visión holística de la salud de cada individuo.
Las fuentes de datos donde se puede extraer esta información valiosa pueden ser muy diversas: desde los informes médicos electrónicos, resultados de pruebas diagnósticas y de laboratorio hasta datos procedentes de wearables, dispositivos móviles y redes sociales. En este nuevo escenario es importante disponer de tecnologías que permitan analizar de manera efectiva esta cantidad ingente de datos tan heterogéneos para extraer conocimiento de ellos y así poder mejorar la calidad de la atención, mejorar los resultados sanitarios y mejorar la sostenibilidad del sistema. Precisamente, la Inteligencia Artificial puede jugar un papel clave para conseguir este objetivo y transformar la manera en que los proveedores de salud ofrecen sus servicios.
La Inteligencia Artificial (IA) representa una colección de múltiples tecnologías que permiten a las máquinas resolver una tarea determinada y aprender mediante la interacción con el entorno. El elemento fundamental para la inteligencia artificial, es decir, para que la máquina “aprenda”, es disponer de gran cantidad de datos, y el sector sanitario es uno de los más generosos en ellos. Por tanto, en este ámbito la IA tiene un gran potencial de aportar valor dada su capacidad de transformar grandes cantidades de información en conocimiento y resolver problemas complejos.
La Inteligencia Artificial y sus tecnologías subyacentes (i.e., tecnologías de Machine Learning y Deep Learning, Natural Language Processing, etc.) pueden solucionar problemas muy diversos tales como reconocimiento de patrones, realización de predicciones, procesado de imagen, reconocimiento del habla, etc. Este tipo de técnicas, aplicadas en el ámbito de la salud, pueden utilizarse para realizar predicciones que permitan prevenir enfermedades, realizar prescripciones personalizadas, alertar y proporcionar recomendaciones de tratamiento, diagnóstico precoz a través de imagen médica, análisis de riesgos, etc. De este modo, la IA abre el camino hacia el desarrollo de nuevas aplicaciones que pueden dar soporte al profesional médico en su actividad clínica, ayudar en la gestión pública de la salud de toda la población, avanzar hacia la medicina personalizada, ayudar a realizar una gestión más eficiente de los recursos, promover hábitos saludables en los ciudadanos, etc.
Conscientes del gran potencial que puede aportar la IA para mejorar significativamente los resultados de salud y la calidad de vida de millones de personas, las principales universidades están dedicando departamentos de investigación a los estudios de IA en salud y empresas tecnológicas como Apple, Google, IBM y Microsoft ya están invirtiendo para explorar desarrollos en este campo. Aparte de estas iniciativas, se observa un creciente interés de las instituciones sanitarias por adoptar soluciones de IA por lo que esperamos en breve una transformación profunda del sector.